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Corría el año 2012 cuando acabé la carrera de arquitectura y, con la crisis de las hipotecas subprime en su máximo apogeo, cogí mis bártulos y decidí buscarme la vida como arquitecto. Debo puntualizar que, en España el 90% de mis compañeros de profesión que habían terminado no podían ganarse la vida en este arte.
Durante mucho tiempo rondaba en mi cabeza la idea de viajar al extranjero para trabajar, además de continuar enriqueciéndome persona y profesionalmente. Como cita el refrán popular: ¡no hay mal que por bien no venga!
Llegué a Londres y estuve perfeccionando mi inglés durante unos meses. En España todos ‘sabemos inglés’ hasta que aterrizamos en un país angloparlante; en ese momento se nos escapa el idioma por los poros. Al cabo de 4 meses y cuando creí que dominaba lo suficiente la lengua para comenzar a trabajar, comencé la búsqueda de empleo y, afortunadamente en poco más de 2 semanas, encontré unas prácticas en un estudio de arquitectura.
Aunque no lo creas, la crisis no solo se notaba en nuestro país, todos los países occidentales sufrieron la recesión provocada por el ‘ladrillo’, y Reino Unido no iba a ser menos. Por lo tanto, mi primer trabajo como arquitecto superior fue en un estudio pequeño, de unas 15 personas, 4 meses de prácticas pagadas con un plato de comida de 3.5£ máx. y, posteriormente, 800£ mensuales durante el siguiente año y medio. Debo ser sincero, muchas veces trabajé en proyectos imaginarios en Oriente Medio que nunca llegaron a materializarse.
Pero no todo era negativo. Desde el primer momento empecé a trabajar con un programa que conocía, pero que nunca me había atrevido a utilizar en la carrera: Archicad. Sin saberlo, aquel detalle iba a cambiar mi vida profesional para el resto de mis días.
Aquella metodología de trabajo denominada BIM, me abriría muchas puertas en el futuro. El país, donde residía en aquel entonces, había apostado con fuerza por esta nueva forma de trabajo, lo que me permitió crecer a pasos agigantados dentro de este universo. El gobierno de Reino Unido se volcaba en que la metodología se desarrollara y estandarizase hasta ser uno de los referentes del BIM a nivel europeo e incluso mundial. Ya, en 2016, hizo que fuera obligatorio para proyectos públicos de más de 2 millones de libras.
Tras finalizar la crisis en Londres, mi interés por esta nueva metodología me hizo incursionar en un estudio mucho mayor: 300 arquitectos, uno de las más grandes del país. En este momento empecé a trabajar con Revit, una nueva herramienta BIM muchísimo más avanzada, con la que pude afrontar proyectos importantes que lograron materializarse de inmediato. ¡Había logrado mi objetivo!
Después de casi 6 años alejado de España, he vuelto y mi aventura con el BIM ha hecho que vea la profesión desde una perspectiva mucho más global, informatizada y colaborativa. Desde aquí sigo adentrándome en una forma de trabajo que no ha hecho más que empezar y que desde mi perspectiva, tiene presente y, sobre todo, futuro
Autor: Antonio Márquez
Dir. Máster Online BIM Arquitectura, Diseño Urbano y Paisajismo en The Factory School
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